Se entiende el desarrollo como una idea compartida del bien común y del bienestar colectivo. Convertir la idea de desarrollo en una guía para la acción colectiva humana requiere de compromiso, sentido de pertenencia y despliegue de la organización y de los medios necesarios para alcanzar los propósitos acordados. En la construcción de este compromiso, el territorio desempeña el papel de célula y escala básica, pilar de un andamiaje complejo, en donde han de ponerse en movimiento las más variadas escalas de la geografía y de la acción humana. Tener una guía para la acción colectiva que se transforme en política, forma parte del ejercicio de la política. Pero en ocasiones se olvida que la planificación puede (y debe) guiar esta toma de decisiones. Obviar los métodos e instrumentos que permiten anticipar y diseñar un escenario futuro del territorio es también una opción política deliberada, con consecuencias sobre el territorio y la calidad de vida de la ciudadanía. El diplomado en Planificación para el Desarrollo Regional tiene como propósito fortalecer los conocimientos y competencias de las y los estudiantes para desarrollar procesos de planificación de carácter inclusivo y sostenible, que permitan el desarrollo integral de sus regiones en el marco de la nueva institucionalidad para fortalecer el proceso de descentralización.